La ansiedad en los tiempos de turbulencia política

Es común escuchar actualmente cómo el ambiente político nos puede hacer sentir tensos y causarnos ansiedad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud señala la manera en que la turbulencia política se ha convertido en una importante generadora de ansiedad en distintas regiones del mundo.

El problema no sólo es cómo el estrés y la ansiedad pueden afectar nuestra salud física y mental, sino también cómo la ansiedad que nos causa el ambiente político está generando desbalances serios en sociedades enteras, la forma en que contribuye a incrementar la polarización y cómo está debilitando la habilidad de accionar correctamente, pues ésta es uno de los principales velos que nos impide ver claramente e invade nuestra capacidad de percibir.

La turbulencia política puede, en efecto, hacernos sentir agotados, tener la impresión de que el mundo de alguna manera se encuentra fuera de control y que vivimos en ciclos perpetuos de indignación. Sin embargo, necesitamos recordar que la forma en la que reaccionamos y cómo nos relacionamos con lo que pasa a nuestro alrededor está prácticamente en nuestro control; no digo esto como una manera de desconectarnos de la realidad, sino más bien de elegir participar y comprometernos -en un nivel individual- en una forma que resulte más sostenible y productiva.

Para participar y comprometernos de un modo más efectivo, necesitamos aprender a diluir el estrés y la ansiedad que el ambiente político puede causarnos. Podemos instrumentar algunas micro-estrategias como:

  • Desconectarnos con regularidad de las redes sociales.
  • Ser selectivos, pero diversos, con las fuentes de información que escogemos, con la información que compartimos y con las palabras que usamos para expresar nuestro punto de vista.
  • Y tal vez, más importante, cuando la ansiedad nos aborde, detenernos por un momento y simplemente tratar de estar consciente de ella e intentar deconstruirla observando atentamente qué tanto es causada -quizá- por hábitos mentales que nos arrastran a ver todo en términos absolutos “blanco y negro”, si tenemos alguna tendencia a descalificar lo positivo y enfocarnos en lo negativo, si tal vez generalizamos y saltamos a conclusiones sin tener la suficiente información, o acaso porque tenemos cierta inclinación a exagerar y demandar expectativas poco realistas sobre alguna situación.

Para participar y comprometernos efectivamente cuando hay turbulencia, necesitamos salirnos del huracán y encontrar nuestro centro de calma.

Deja un comentario