La atención se ha vuelto, hoy en día, un raro activo dentro de las organizaciones. Fantasías cotidianas como la multitarea, la aceleración continua que debe prevalecer en el trabajo diario, además de los constantes distractores tecnológicos y la sobre abundancia de información, entre muchos otros, parecen haber deteriorado nuestra capacidad de permanecer atentos y presentes ante el otro que tenemos en frente.
La atención puede ser considerada como uno de los activos más estratégicos que cualquier individuo o entidad puede tener; ésta está siendo el centro de análisis de varios especialistas y estrategas de negocios, pues algunos afirman que se ha convertido en el recurso más escaso en el mundo actual.
Tal vez, es por eso, que recientemente términos como “mindfulness”, que puede traducirse como Atención Plena o Presencia Mental, parecen estar en boga en muchas organizaciones. Pero más allá de la moda, qué es la Atención Plena, y cómo es que ésta puede impactar en el desempeño de las organizaciones.
La Atención Plena es una capacidad natural, presente en todos nosotros en cierta medida. Ésta involucra poner atención deliberada a nuestra experiencia, con una actitud particular de apertura y curiosidad. No obstante, pareciera que estamos muy familiarizados con lo opuesto, un estado distraído y reactivo, que comúnmente se describe como “autopiloto”. Esta desconexión y falta de atención a la experiencia presente, puede causar que reaccionemos ante los retos diarios desde el hábito o el impulso, más que desde el cuidado y la consideración, ocasionando que dentro de las organizaciones se creen ambientes disfuncionales, poco efectivos, y donde -en general- el estrés y la infelicidad prevalecen.
Pero sí, el éxito en la mayoría de las organizaciones depende justo en factores que el estrés y la infelicidad merman, como la colaboración, la creatividad, la flexibilidad cognitiva, así como la efectiva toma de decisiones; pareciera urgente que más organizaciones reconozcan que los recursos emocionales y cognitivos de los individuos que la conforman determinan en gran medida la salud, la resiliencia y el desempeño futuro de sus negocios o instituciones.
Bajo este contexto, es que cada vez vemos no sólo más organizaciones como Apple, Google, McKinsey, Lululemon por nombrar algunas, sino también naciones enteras -como es el caso del Reino Unido-, particularmente interesadas en experimentar en innovaciones que desarrollen los recursos internos de los individuos y conserven sus mentes sanas; tanto como ya se invierte en desarrollar las habilidades profesionales y en mantener la salud física de los miembros que la conforman. Entrenamientos para desarrollar la Atención Plena, parecen estar a la vanguardia de esta tendencia, tal vez porque cuando estamos más conectados con nuestra experiencia, desencadenamos nuestro potencial de aprendizaje, de crecimiento, y ulteriormente nos permite crear estados más creativos, más conscientes de responder a los retos diarios dentro de cualquier escenario.